El testamento es un documento donde muestra sus deseos para después de la muerte sobre qué hacer con sus bienes o parte de ellos. Cuando una persona fallece sin testamento se le denomina intestada. El testador es la persona que realiza el testamento y este proceso jurídico debe realizarse con un notario y una serie de testigos. Aquí podrás descubrir todo lo que necesitas saber sobre la importancia del testamento.
Por experiencia sabemos, que muchas personas no tienen intención de realizar su testamento hasta que se acerquen los años de jubilación. Ello conlleva en ocasiones largos y costosos trámites de los familiares que le rodean una vez fallecen.
Hoy en día, este perfil de personas se ha convertido en un patrón que muchos imitan y podemos atribuirlo a toda la publicidad que nos llega sobre el culto al cuerpo y el afán por alargar nuestra juventud. Toda esa información termina por ocultar la realidad y naturalidad de la muerte.
Tras muchos años dando un servicio tan cercano a las familias, conocemos de la importancia del testamento para hacer más sencillo y llevadero el proceso.
¿Qué ocurre si no se realiza testamento?
En el caso de que el difunto no haya dejado un testamento, será la ley la que designe a los herederos: en primer lugar, los hijos, después el cónyuge, ascendientes y por último colaterales, como hermanos. En caso de no haber herederos, se designará todo al Estado.
¿Cómo y cuando solicitarlo?
Podemos solicitar el testamento en cualquier momento a partir de los 14 años, y siempre que el solicitante tenga plenas capacidades. Ha de solicitar la ayuda de un notario y el coste de este siempre será menor que una declaración de herederos intestados.
¿Qué motivos hay para hacerlo?
- Por el bien del cónyuge, para que reciba la pensión de viudedad y tenga una subsistencia digna. En caso de que no haya matrimonio, si uno fallece y no hay testamento, la pareja que sobrevive carecerá de derecho a los bienes del otro.
- Por el bien de los hijos en caso de que sean menores de edad y fallezcan ambos progenitores. En ese caso sería convenientehaber nombrado un tutor con el que se haya hablado previamente para que conozca el procedimiento a seguir.
- Por el bien de los herederos, para que no se generen desacuerdos en cuando al reparto de los bienes más complejos como los inmuebles.
- Por nuestro bien, para tener una forma de despedida digna, acordándonos de nuestros seres queridos, dejándoles unas últimas palabras que para ellos tendrán un valor incalculable.
Todo ello, con la intención de “hacer más humano y cercano el hecho de despedir a un ser amado”.
Si necesita más información o ayuda con algún trámite puedes consultar otros artículos por si te resuelven dudas. Te ayudas en el proceso tan delicado con la mayor cercanía y mejor servicio posible aquí en Fureva.
